La psicóloga Diana Hunsche desgrana los mensajes positivos de la nueva ficción de Telefé que le quita el velo a la muerte
La psicóloga Diana Hunsche desgrana los mensajes positivos de la nueva ficción de Telefé que le quita el velo a la muerte
Edición impresa
Un argumento sólido, buenas interpretaciones, una gran factura técnica y una auspiciosa acogida de la audiencia ya hacen de “El primero de nosotros” uno de los últimos grandes éxitos de la televisión. Una producción de Telefé que le quita el velo a la muerte con varios “buenos mensajes”.
La tira protagonizada por Benjamín Vicuña y Paola Krum, y que incluye además las actuaciones de Luciano Castro, Damián De Santo, Jorgelina Aruzzi y Mercedes Funes -entre otras caras conocidas de la pantalla chica-, trata sobre un psicólogo que, a los 42 años, enfrenta un diagnóstico terminal. Sabe que se va a morir, indefectiblemente, pero lejos de paralizarse, reacciona.
Esta situación, que al principio parece derribar a un grupo de amigos que atraviesa las cuatro décadas con varios pendientes y dramas personales, terminará impulsando no sólo al protagonista, sino también a sus amigos, a rever sus vidas y a animarse a intentar cambiar aquellos hábitos con los que se habían acostumbrado a convivir a pesar de la incomodidad.
En diálogo con EL DIA, la psicóloga Diana Hunsche aseguró que son “varios” los mensajes positivos que se pueden rescatar de esta ficción que se estrenó el lunes en la pantalla de la señal de las pelotas y que, en sus primeras cuatro emisiones, promedió 14.5 puntos de rating.
Para la especialista, que es autora del libro “A terapia ¿yo?”, una de las mayores fortalezas de “El primero de nosotros” radica en el abordaje que ofrece sobre la amistad y cómo, este tipo de relaciones y vínculos, pueden ayudar a “enfrentar momentos traumáticos”.
“Ante la noticia de la enfermedad terminal de uno de los integrantes de un grupo de amigos, los demás se unen para apoyarlo y acompañarlo en ese trance”, asegura Hunsche, y remarca que un duelo atravesado en compañía “es menos doloroso” siempre.
“El miedo y la angustia quedan validados: se les da un lugar, se legitiman todos los sentimientos que surgen, incluso aquellos que pueden parecer ‘inadecuados’ como la ira, o la sensación de que esa muerte es una injusticia del destino (como dice el personaje de Nico -Luciano Castro-: “habiendo tantos canallas, justo le tiene que tocar a él, que es buen tipo”). La empatía del grupo legitima eso que tal vez nosotros no nos atrevemos a sentir o a decir”, reflexiona.
De formación ecléctica, con el psicoanálisis como punto de partida pero habiendo incursionado en otras escuelas como la psicogenealogía, Hunsche también resalta el abordaje que el argumento ofrece en relación a las prioridades de la vida ante la inminencia de la muerte.
“Cada uno de estos amigos se plantea qué es lo que realmente desea”, logrando “dar prioridad a las asignaturas pendientes”, remarca la psicóloga. Y si bien, en la mayoría de las cosas, son cargas conocidas, “lo que se manifiesta es la valentía para llevarlas a cabo”.
Según la psicóloga, que trabajó con el médico platense René Favaloro en el Sanatorio Güemes, es interesante destacar el enfoque que la tira ofrece sobre la medicina y cómo enfrentan los profesionales de la salud las circunstancias del paciente: “La importancia de ser honestos, de saber acompañar de manera más humana, con paciencia y afecto”, poniendo el acento, “en buscar una mayor cantidad y calidad de vida, dejando siempre un lugar para la esperanza”, en vez de recalcar la muerte.
Directora de la revista “PsicoHerencias” de la FundaPsi, Hunsche celebra también “el mensaje de cómo, en estas situaciones límite, el amor en todas sus facetas se pone en primer plano, como espacio de contención y, también, como verdad que pugna por salir cuando se ha ocultado durante mucho tiempo”.
En el primer capítulo, el personaje que interpreta Benjamín Vicuña, Santiago Luna, le dice a sus amigos tras enterarse de su tumor cerebral: “Que de algo sirva toda esta mierda que me está pasando”. Y eso, para Hunsche, es tal vez el mayor aprendizaje que deja esta producción.
“El dolor se transforma en acción, en concientización, en humor y en una profundización de los vínculos. También lleva a conectarse con la propia esencia. En este punto estamos hablando de resignificación: cualquier hecho negativo puede ser resignificado en forma positiva por sus consecuencias. Lo importante es lo que hacemos con eso que nos pasa. Esto nos ayuda tanto a sostener a quien sufre como a vehiculizar nuestros propios deseos”, manifiesta.
Por otra parte, la especialista rescata que en la televisión abierta, sobre todo en un horario central como en el que se emite esta ficción (de lunes a jueves a las 21.45), se ponga sobre la mesa a la muerte y se la aborde sin velos, con naturalidad en tanto, según advierte, “cualquier trauma se agrava si no se habla de él”.
En estas situaciones, “compartir las experiencias ayuda a elaborarlas y que no queden encapsuladas. Cuando no hablamos de lo que nos duele o nos da miedo, al enquistarse en nuestra psiquis, genera todo tipo de consecuencias, incluso enfermedades físicas. Al ponerlo en palabras, generamos un vínculo con otros que nos permite tramitar juntos lo que sucede. Todo esto, trasladado a un producto televisivo masivo, replica ese efecto: nos permite darles nombre a dolores que nos afectan a todos”, manifiesta la profesional que atiende en castellano, alemán, inglés y portugués.
Gerardo Rozín, que había sido diagnosticado el año pasado, pareció haberse preparado (y a sus seres queridos) para ese momento. De hecho, dejó indicaciones y hasta un video para emitir tras su muerte. En este sentido, ¿es mejor hacer lo que hizo el productor y conductor? ¿es mejor prepararse cuando el final es indefectible y anunciado?
“Ante la muerte, cada uno hace lo que puede. Depende de nuestra historia, nuestras posibilidades, nuestras creencias”, revela Hunsche y pone como ejemplo la actitud del protagonista de la serie que elige a cuál de sus amigos le encomendará el cuidado de su hija adolescente.
“Poder tomar este tipo de decisiones da una sensación de trascendencia, de continuidad: es una manera de digitar lo que vendrá y obtener cierta tranquilidad, una sensación de ordenamiento afectivo”, explica la psicóloga sobre lo que describe como una práctica bastante común en la psicogenealogía, la rama de la psicología que invita a descubrir la historia familiar para sanar traumas y que trabaja a partir de un principio: “la verdadera muerte es el olvido”.
En este punto, Hunsche admite que “mientras existan maneras de recordar a la persona fallecida, esta permanecerá vigente en la trama vincular de su familia y sus amigos. La muerte no corta ese vínculo: el recuerdo es una usina de fuerzas que nos ayuda a seguir adelante”.
En la ficción, el dolor se transforma en acción, genera concientización y profundiza vínculos
_____________________________________________________________________________________________
Artículo Original: https://www.eldia.com/nota/2022-3-26-2-44-39-el-primero-de-nosotros-cuando-el-dolor-por-la-perdida-se-transforma-en-accion-espectaculos?fbclid=IwAR39k0GmloBQ1UuIyysoB6plUuh2bLI8NIOua4iBg-2uQT3BMp_JIIuFDEI